lunes, 23 de febrero de 2009

sólo una historia

ANÓMALOS

Ana, altiva, alquilábale aquel altillo azul al Adonis,
andrógino, Andrés...

Amanecía

Ana accionaba asquerosamente aquel aparato.
Andrés armaba astutamente aquella antigüedad.
Andrés y Ana acabarían atándose: afectos, ansiedades, algo...

Atardecía

Ambos aspiraban aromas a alcohol, a acoso, almizcles,
almacenando atmósferas atroces...

Anochece

Ana, audaz, autócrata, agresiva, avanza al anómalo Andrés.
Aquél, ágil, afilaba algo...
¿Anticipábase a Ana, artificiosa?
Agobiado, ataca, asesina.
Ana agoniza.
Andrés autoerotizado analmente, acaba.
Amén

Alejandra

No hay comentarios: